lunes, 21 de septiembre de 2015

La vida como laberinto


Gift animado: Manifold Garden



A diario acuden a consulta circunstancias del todo variadas. Las más de las veces son pequeños trastornos físicos en forma de catarro, dolor de cabeza ó similares pero también acuden eventos complicados, sufrimientos y toda clase de angustias. Una de las conclusiones que se sacan de ello es que nos cuesta mucho vivir la vida, darnos cuenta de ella y disfrutarla con agradecimiento. Otra es que cuando caemos en la trampa de un síntoma que nos preocupa ó en un agobio del que no sabemos cómo salir entramos en una tempestad de movimientos similar a la del pequeño escarabajo al que alguien colocó sobre su espalda. Tal vez llegemos a la conclusión de habitar un laberinto como ya aventuraron aquellas sacerdotisas cretenses que bailaban sobre toros astados. Tal vez pensemos que nuestras existencias se reducen a un manojo de interacciones virtuales de alguna forma preconfiguradas en programas mentales debídamente codificados. Lo que nos debería hacer recelar de la supuesta realidad de dicho laberinto es su sospechosa repetición. Todos sabemos que nuestra vida se repite contínuamente, ¿encontraremos la salida al tomar conciencia de dicha repetición?

domingo, 20 de septiembre de 2015

Relato dominical: Cuatro elementos.



 La dama de Shalott.
John William Waterhouse



Los antiguos sabían que estamos hechos de tierra, agua, fuego y viento. Lo que no nos explicaron fue a manejarlos dentro de nosotros. He pasado años sintiéndome tierra seca con breves momentos de fuego y algunos de viento. En otras ocasiones me ha tocado experimentar una lluvia interior inacabable, cielos cubiertos y persistente humedad. He conocido los rigores del fuego que consume hasta los tuétanos y del viento que desarbola la razón. Pero se me ha velado el secreto de transmutar los elementos como tal vez algún viejo alquimista terminara consiguiendo. Esa impotencia me ha llenado de escoria y de impurezas al no ser capaz el crisol de mi alma de conseguir la deseada proporción que permitiera a mis sentimientos bailar al ritmo que las estrellas y mareas dictaban cada día. No me he rendido. Algo me dice que estamos muy cerca y que a esa tierra prometida no es posible pasar en solitario. No puedo dar ninguna pista, no esperen de mí respuestas. La única certeza que puedo albergar con suficiente grado de verosimilitud es la de saber que existe la posibilidad. El día que sea hallada un esplendor nacerá en el centro mismo de los seres. Mientras tanto paso las tardes tocando el piano y las mañanas escribiendo poemas, pensarán que les he traicionado pero ya no me importa. Tan solo espero. Y en esa espera hay fragancia de romero y de menta. 

viernes, 18 de septiembre de 2015

Un refresco en la bandeja del hospital





La foto está tomada a una paciente ingresada en el Centra Lynchburg General Hospital (EEUU) que muestra orgullosa su lata de refresco incluida en la bandeja de su comida. Hace unas semanas Miguel Ángel Manyez reflexionaba sobre si era correcto que hubiera hamburguesería en los recintos hospitalarios, esta claro que la cuestión no es baladí ni tampoco novedosa. Dado que los cuidados que presta un hospital son muy sofisticados y complejos, ¿qué papel  debe tener la cocina del hospital y la nutrición en general en la recuperación de los pacientes?

Dadas las dosis de refresco que suelen usarse en EEUU la que ilustra este texto se me antoja muy moderada pero ¿es posible hacer las cosas mejor, ó están bien así?


Por mi parte seguiré contando a mis pacientes lo que hay dentro de una lata de refresco.




miércoles, 16 de septiembre de 2015

Gesionar o di-gestionar la Atención Primaria




Hace unos días lanzábamos una reflexión a las redes sociales sobre el asunto de las enfermeras de hospital que cambian a primaria en concurso de traslados. He aprendido mucho de la conversación generada tanto en los comentarios del blog como en twitter. Pero surgen nuevas preguntas.

¿Quién se supone que debe velar para que cada cual cumpla sus funciones en Atención Primaria?
¿Qué pasa cuando alguien dice "no es mi función"?
¿Qué pasa con los profesionales desmotivados, quemados ó escaqueados?


Parece que la OMS da el aprobado a la Atención Primaria española salvo por los bajos sueldos y el envejecimiento de los médicos que pone de relieve que ha cerrado las puertas a los más jóvenes. Esto lo suscribo dado que no se crea empleo de calidad y se han recortado los presupuestos  de suplencias al máximo.

El informe no dice nada de las tres preguntas arriba formuladas pero me consta que tanto en el ámbito hospitalario español como en la primaria de otros países si existen respuestas y soluciones. Por eso me pregunto si no habría que reformular muchas cosas en la gestión de este nivel asistencial cuyos responsables tal vez sean eficientes con el manejo de hojas de excel pero que sin duda permanecen invisibles para la gran mayoría de los profesionales en los que no ejercen ningún tipo de influencia. Asistimos a una digestión lenta de una primaria que se deshace en los jugos ácidos de la dejadez y la inoperancia sin que parezca existir algo parecido a un liderazgo por ninguna parte. En Madrid se reformuló toda la estructura hace unos años con la creación del área única que prometía disminuir los cargos intermedios y dar más autonomía y poder a los coordinadores de equipos de Atención Primaria que pasaron a llamarse directores. Todo quedó en agua de borrrajas con exáctamente los mismos cargos intermedios y con unos directores de centro que eran igualitos a los anteriores coordinadores. Casi nadie dijo nada al respecto. Se perdió una oportunidad.

Mientras no tomemos conciencia de la importancia de estas preguntas no nos mojaremos para encontrar las respuestas. Y así vamos sobreviviendo, como dice el genial Rafa Olalde, cada cual en la república independiente de su consulta.





domingo, 13 de septiembre de 2015

Relatos de verano: De mujeres y hombres.



 John William Waterhouse



Los hombres no solemos dar la talla por una larga lista de razones. Es muy extensa la línea de tiempo durante la que las mujeres han sostenido el mayor peso de la historia con una clara desventaja en cuanto a reconocimiento y valoración. El diseño de especie tiene mucho que ver pero las organizaciones sociales que emanaron de éste mucho más. Como todos sabemos el hombre fue dotado de dos mecanismos de afrontamiento de la adversidad: la lucha y la huida. En su relación con otros hombres predomina el primero, con las mujeres el segundo. Es verdad que la mujer recibe una enorme carga de violencia de la mano de sus compañeros pero sobre todo recibe muchísima huida de los mismos. Enfrentarse a algo incomprensible del universo de la mujer como sus dudas frente a lo cotidiano ó la existencia, sus días especiales del mes, los baches e inestabilidades en su estado de ánimo, los litigios eternos que suelen ser peticiones de auxilio y la larga lista de misterios que en definitiva contituye el universo femenino hace a los hombres poner los pies en polvorosa. También lo suelen hacer otros acontecimientos de la existencia como la crianza de los niños, el cuidado de los mayores, las tareas domésticas ó el manejo de la cocina que con sus excepciones constituyen la triste cotidianididad. Parece pues que estamos en buen momento para resintonizar los géneros con el fin de que cada uno se afine con lo mejor del otro disminuyendo así la carga de sufrimiento que en definitiva su desarmonía produce en ambos. Yo de momento les comparto mi toma de conciencia que aunque mínima seguro les incita a realizarla de forma más completa. 

viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Cómo ayudar a reciclarse a las enfermeras de hospital que se trasladan a Primaria?


John William Waterhouse


En el último concurso de traslados de Madrid decenas de enfermeras de hospital cambiaron su plaza a Atención Primaria. Esto sucede en todas las  comunidades autónomas. El reto es mayúsculo al ser los conocimientos y habilidades de un servicio hospitalario muy diferentes a las de un centro de salud. Empezando por el sistema informático, los protocolos, planes de cuidados, registros, pasando por las habilidades de comunicación, gestión de la consulta, actividades de promoción de la salud, salud comunitaria, cuidados del paciente crónico, atención domiciliaria y un largo etcétera.

La realidad es que las enfermeras que optan a traslado son las que disponen de mayor puntuación, esto es más años trabajados y las motivaciones son diversas siendo una de ellas evitar el trabajo a turnos ó las noches. Quizá desde el hospital se pueda pensar que en primaria el trabajo de enfermería es más relajado pero suelen encontrarse con un escenario exigente con  retos, y un nivel presión asistencial para los que no disponen de suficiente formación. En mi pequeña experiencia con las enfermeras en esta situación que conozco me he encontrado tanto con el perfil de la profesional que se preocupa por autoformarse, leer y hacer un gran esfuerzo para adaptarse a la realidad de primaria como con el perfil que se acomoda en una asistencia de mínimos. En ambos casos nunca ha habido ayuda institucional manifiesta, supervisión, ni por supuesto evaluación.

¿Cómo se podría mejorar esta adaptación y la formación que necesariamente lleva implícita?

Establecer algún tipo de tutorización dentro del propio centro de salud seguro que sería útil. También la existencia de cursos específicos de formación continuada y materiales de lectura ú online con videotutoriales y demás ayudas técnicas. Dado que no conozco la existencia de dichos materiales comparto mi reflexión para que si alguien los conoce me los pudiera hacer llegar.

Tras un pequeño debate en twitter se sugirieron las siguientes ideas:





























Seguro que a los que visitan este blog se les ocurren más ideas.


La fórmula para vender enfermedades





¿Se acuerdan de aquellos vendedores de tónicos que aparecían en las películas de vaqueros? seguro que sí. El tema es que siguen existiendo y una de sus variedades más peligrosas es la que vende enfermedades, con sus respectivos remedios claro está. Siempre hay alguien que sale ganando.

Para vender una enfermedad = Baja el umbral diagnóstico + aumenta el miedo +da la vuelta a la evidencia


Si bajamos lo suficiente el umbral diagnóstico muchas más personas podrán ser diagnosticada de esa enfermedad. Si bajamos el umbral diagnóstico de hipercolesterolemia de  240 a 200 tendremos automáticamente millones de personas aquejadas de ese supuesto mal. 

Aumentar el miedo aireando posibles complicaciones ó efectos de una enfermedad, aunque sean raros e infrecuentes es una política muy eficaz para atemorizar y fomentar reacciones contra esa supuesta enfermedad. 

Dar la vuelta a la evidencia científica fijándose en variables subrogadas ó generalizando estudios que se hicieron para poblaciones específicas es muy común. De esta forma se saca evidencia de donde no la hay.




 La idea es de Steeve Boloshin y la tomé de su presentación en una jornada de sobrediagnóstico que se pudo seguir en twitter en esta etiqueta:  #PODC2015 


jueves, 10 de septiembre de 2015

Frente al cáncer ¿merece la pena ser espiritual?

lunes, 7 de septiembre de 2015

¿Solidaridad descafeinada ó reflexión inteligente?


Ofelia. John Everett Millais



Las golondrinas
¿son africanas ó europeas?
¿y las personas?


 Haiku del autor.




Las imágenes del drama de los refugiados sirios ó de los inmigrantes africanos que tratan desesperadamente de llegar a Europa han sacudido nuestras conciencias estos días. Suele pasar de forma cíclica, un acontecimiento se viraliza en los medios de comunicación y redes sociales alcanzándonos para luego desaparecer de nuestras vidas sin dejar rastro. Es verdad que nuestras emociones se desbocan y nos causa malestar. La foto del niño ahogado en la playa es impactante, como lo han sido muchas otras. Me viene a la memoria aquella otra del buitre acechando a un niño africano a punto de desfallecer... Lo que me produce una honda tristeza es que estas situaciones que aparentemente podrían ser una oportunidad para tomar conciencia y realizar cambios que ayuden a solucionar situaciones de injusticia queden en agua de borrajas. ¿Han oído hablar estos días de propuestas de fondo a medio y largo plazo? ¿de soluciones multiaxiales que ofrezcan alternativas a las personas que llegan a Europa huyendo del horror? yo tampoco. Mucho ruido, mucha solidaridad superficial en redes sociales pero propuestas, lo que son propuestas ni una. Los políticos de los distintos países están entretenidos peleándose por el cupo de refugiados que le toca a cada país pero nadie parece darse cuenta de que afrontamos un problema logarítmico entre una Europa cuya población decrece y un entorno cuya demografía aumenta rápido en un medio ambiente hostil. ¿Alguien ha pensado si es posible repoblar los numerosos lugares rurales deshabitados ó en los que viven ya solo gente mayor? ¿En potenciar medios de vida en dichas zonas que primen la sostenibilidad y el uso de recursos como biomasa, bosques comunitarios junto a  ganadería y agricultura de subsistencia?

Si consideramos que con la macropolítica y macroeconomía no llegamos muy lejos otra alternativa es reflexionar sobre lo que podemos hacer ante estos retos de forma personal con nuestra microeconomía y nuestra relaciones comunitarias. ¿Estamos del todo de acuerdo con nuestro modo de vida no sostenible?, ¿nos es posible hacer algún cambio para decrecer nuestro nivel de vida en relación al consumo y crecer en el eje de nuestras relaciones ó en nuestra solidaridad? ¿nos sería posible participar en un banco de tiempo, despensa solidaria, ONG u organización benéfica local? ¿somos capaces de compartir nuestras ideas y reflexiones sobre este tema para favorecer las de los que nos rodean? ¿sabemos cómo se llama y de qué país viene el inmigrante que pide en la puerta del super?

No tengo más que preguntas, pero gracias a ellas me puedo acercar un poco más a mis respuestas y de paso a las de los demás. Hay mucho dolor ahí fuera, como también aquí cerca. Estos días tengo especialmente presentes a los ancianos de la residencia que atiendo. Si les parece que el Egeo ó el Adriático quedan lejos recuerden que la soledad y el horror se pueden encontrar siempre sin salir del barrio. La posibilidad de caminar con otros para echar una mano es una opción al alcance de todos. 

domingo, 6 de septiembre de 2015

Nutriguía. Manual de nutrición clínica.





El sistema sanitario español no suele ofertar consultas de nutrición en su cartera de servicios. Esta disciplina se aborda de forma tangencial la gran mayoría de las ocasiones siendo la información que se proporciona al paciente bastante limitada. La editorial Panamericana acaba de publicar la segunda edición del manual de bolsillo: Nutriguía. Manual de nutrición clínica, que puede ayudar a complementar la formación de todo profesional sanitario que en su práctica necesite acceder a información nutricional. El formato es adecuado para llevar en el bolsillo de la bata en un claro guiño a estudiantes y residentes, tengo en casa el anterior y el tamaño es más incómodo para el bolsillo, esta edición cabe en cualquier parte. Coordinan la obra Rosa María Ortega Anta y Ana María Requejo Marcos acompañados de un equipo de más de 35 especialistas.

La edición se complementa con una página web de acceso privado para la que se suministra clave con métodos de valoración del estado nutricional, modelos de cuestionarios y valores de referencia, dietas terapéuticas y materiales que ayuden a la mejora nutricional y sanitaria de cualquier individuo o colectivo. Esta parte es en sí misma otro libro complementario y da un importante valor añadido a la obra. También se ofrece la posiblidad de acreditar el aprendizaje mediante una evaluación certificada a quien lo requiera para su curriculum. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

El despertar de la Fuerza de la Medicina de Familia



 Fotos Stars Wars: The force awakens. StarWars.com



Todo tiene su lado oscuro. La medicina de familia también. Los que se acercan a ella lo conocen. Si son jóvenes padecerán la carestía de trabajo y la precariedad de este, si son mayores la sobrecarga, la burocracia y la mala gestión. Hay muchas sombras y amenazas. Los presupuestos decrecientes,  la falta de apoyo institucional, el desconocimiento de la misma por la clase política... Pero lo peor suele estar dentro de los propios profesionales que ejercen esta disciplina en la forma de una baja autoestima, pésima moral y descorazonamiento crónico. La mayoría de los Jedis han sido suprimidos de alguna u otra forma. ¿Será posible que esta disciplina repunte y ofrezca a la sociedad todo lo que puede dar?




Las apariencias parecen indicar que necesitamos otra narrativa. Los congresos al uso, los popes, las sociedades científicas, los colegios de médicos y los sindicatos se han desvirtualizado. Muchos los consideran ya del lado oscuro, sintiendo que aportan muy poco a su práctica diaria. ¿Cómo formular una alternativa ante tanta desolación?




El primer paso será sin duda reflexionar. Me permito para ello caminar la senda de mi amigo Francesc Borrell quien lleva mucho tiempo investigando sobre ello. Hace falta más reflexión en la clínica pero también fuera de la consulta. El médico de familia precisa reformular permanentemente sus preguntas, hilvanar la madeja de la ética con la de la práctica asistencial y las necesidades propias y de sus pacientes. Hace falta reflexión para plantear nuevas estructuras y formas de trabajo.

Otro paso es formular propuestas creíbles y sensatas que aporten valor añadido a la sociedad, estructura sanitaria y a los propios profesionales. Esto irá de la mano de una nueva narrativa que sea entendible tanto por políticos como por sociedad a la par que ilusionante para profesionales y estudiantes con interés en esta disciplina. Llevamos demasiado tiempo perdido en charlas de café y foros internos, muchas horas de debate, estudio e investigación que no han movido molino. El enorme capital de talento que la medicina de familia tiene en nuestro país no ha salido todavía del armario. Ya va siendo hora, tanto en los junior como en los senior.




¿Hay verdaderamente alternativas de cambio? ¿tenemos posibilidades de ganarnos a los pacientes? ¿y a los políticos? dependerá de cómo navegue cada cual su propia consulta. De la resolubilidad, calidad científica, habilidades de comunicación, valores, interés real por los pacientes, habilidades diagnósticas y terapéuticas, etc... Nadie va a venir a arreglarnos una Atención Primaria carcomida por el mal de "no es mi función", ustedes ya me entienden.



En Estados Unidos la iniciativa Family Medicine Revolution y otras en Reino Unido y otros países están tratando de iniciar un movimiento que permita una evolución. Probáblemente sea sensato que lo que se formule en nuestro medio tenga en cuenta estas líneas de acción. También lo es aprender a dialogar con otros profesionales sanitarios y de la gestión invitándoles a añadir sus propuestas y puntos de vista.




Sabemos muy poco lo que los avances tecnológicos en hardware, software, ehealth, mhealth, big data y otros muchos frentes aportarán (o no) a la medicina. Intuimos que el modo de ejercerla va a cambiar notoriamente en los próximos años no tanto por la tecnología sino porque la sociedad entera se está reformulando a muchos niveles. Cuando la percepción de salud parece hundirse y cada vez hay más "enfermos crónicos complejos" parece que los profesionales sanitarios habrán de dar lo mejor de sí mismos para que la situación no se nos vaya de las manos. Dejarlo todo en manos del político que planifica a cuatro años vista ó a unos expertos que preparen su dossier ó su presentación en un congreso de crónicos no es sensato. El nivel de inteligencia colectiva que hay que movilizar es mayúsculo. Hace falta que mucha gente participe y que surjan personas que sepan liderar las posibilidades emergentes desde el servicio y no desde el ego.





jueves, 3 de septiembre de 2015

Medicina racional e irracional




John William Waterhouse. Niño enfermo en el templo de Esculapio





Desde la noche de los tiempos el ser humano ha enfermado y se ha enfrentado a la muerte de los que le rodean y a la suya propia. Lo ha hecho de forma racional, hasta dónde ha podido, e irracional hasta dónde ha necesitado. Utilizó sus habilidades cognitivas y el conocimiento del medio para mejorar sus habilidades de adaptación. Cuando se sentía enfermo usaba plantas y remedios que iba probando y que pasaban a formar parte del conocimiento oral del clan. Estos remedios eran capaces de aliviar y curar multitud de problemas. Lo que no podía tratar con métodos empíricos y racionales lo afrontaba con el universo mítico que creó para formular una explicación de un cosmos que no podía explicar de otra manera. De este modo surgieron dioses, ángeles y demonios, cielos e infiernos que constituían el necesario armazón narrativo que la realidad ha de tener siempre para poder caminar por ella sin perdernos. La revolución científica permitió que el armazón racional creciera exponencialmente en detrimento del mítico que fue encogiendo lentamente. El problema surge cuando la ciencia trata de explicar lo mítico para lo cual es del todo ineficiente como en su día lo mítico lo fue para explicar científicamente la naturaleza.

 Los humanos tenemos pues dos naturalezas al igual que la luz que puede explicarse como onda ó como corpúsculo. Nosotros somos capaces de ver el mundo y a nosotros mismos de forma científica ó mítica pero no a la vez. Hay cuestiones que se entienden mejor con una visión y otras con la complementaria. A la hora de enfermar la ciencia tiene mucho que decir pero se encontrará con partes para las que no tiene respuestas. Tal vez eso explique que un gran número de personas sigue consultando con terapeutas no científicos aun a sabiendas de que sus disciplinas no tienen respaldo racional. Lo mítico y lo irracional siguen siendo imprescindibles para el ser humano de a pie que no es capaz de explicar su universo únicamente apoyado en la ciencia.

Los médicos, y los profesionales sanitarios en general, son formados dentro de un estricto paradigma científico lo que les hace complicado relaccionarse con el mundo irracional y mítico de sus pacientes, que suele quedar sin explorar ni ser tratado en la conversación de la consulta. No entienden sus demonios ni sus infiernos. Esto hace que muchos pacientes se sientan incomprendidos y no encuentren suficientes respuestas en la medicina convencional que tal vez trate el síntoma pero no termina de enterarse bien del "drama griego" del que surge en el interior de la persona.

¿Es posible relacionarse con la parte mítica de la enfermedad sin engañar al paciente? Si determinamos que racionalmente no hay ningún tipo de acción en un preparado homeopático ¿es ético proporcionarselo a un paciente sabiendo que científicamente no tiene fundamento? ¿y si es el mismo paciente el que solicita una intervención acientífica e irracional?

Esta reflexión debería ofrecerse a todos los galenos, a los que aconsejaremos se armen de prudencia para tratar de responderla. Reconocer la enorme importancia de la ciencia ha de ir de la mano del reconocimiento de la importancia de la parte mítica que todos nosotros acarreamos en forma de creencias de todo tipo.
Estas creencias forman el cimiento de nuestra identidad y son responsables de una considerable parte del sufrimiento humano. Nacionalismos, religiones, posiciones políticas surgen de aquí y como todos sabemos no es sencillo modificarlas ni llegar a acuerdos cuando son disonantes. La ciencia misma comúnmente deviene en creencia cuando hay partes de ella que creemos a ciegas sin entender bien los fundamentos ni el grado de certeza que goza el aspecto considerado. El mismo Hipócrates tomó conciencia de la importancia de este aserto cuando introdujo  la tercera pregunta clásica de toda historia clínica: ¿a qué lo atribuye?
También resulta interesante que cualquier ciudadano pueda reflexionar sobre esta cuestión dado que inevitablemente le tocará enfrentarse con la parte misteriosa de la existencia en la que inexorablemente están la enfermedad y la muerte. Una zona difícil de explicar y comprender que requiere respuestas personales para cada cual que incluirán argumentos científicos y míticos en proporción variable.

Como médico de familia me encuentro cómodo cuando soluciono problemas desde mi lado científico que me permite dar soluciones en un gran tanto por ciento de las consultas que atiendo. No me es tan fácil cuando la ciencia no da para más y la persona sufre por una narrativa para la que las pastillas son  ineficientes. En estos casos he de emplearme a fondo para escuchar todo lo que mi capacidad permite y para acompañar de una forma lo suficiente humana y creativa como para que la persona enferma se sienta comprendida y suficientemente aliviada. No siempre lo consigo. Este terreno irracional remeda caminar sobre hielo fino. Todos conocemos esta sensación cuando alguna vez nos ha tocado caminarlo por dentro de nosotros. Por eso es fundamental una buena conexión personal con nuestras narraciones míticas e irracionales, con nuestros mundos emocionales y creenciales. Pienso que no será posible dar normas generales pero que siempre habrá una posibilidad de entendimiento y contacto cuando se establece una comunicación en la que la zona mítica del terapeuta resuena con la del paciente. Esto no se entrena en las facultades de medicina y es una de las causas de que la misma no dé para más. Tal vez no pueda darlo, pero en cualquier caso parece sensato abrir el foco para reconocer nuestra ignorancia y seguir buscando luz dónde aparentemente solo vemos sombras.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Apuntes sobre demografía




El Instituto Federal Alemán para los Asuntos Urbanos ha publicado unos mapas muy reveladores que deberían estar en la cabecera de todos los periódicos. El primero analiza la población europea entre 2001 y 2011 dibujando en rojo las zonas que crecen y en azul las que decrecen. La imagen es escalofriante con un envejecimiento enorme de la zona balcánica y Grecia en el este, paralelo al que experimenta el oeste peninsular. España se rompe demográficamente en dos. Pero si damos un paso más y cruzamos esta información con la del siguiente mapa que analiza el porcentaje en riesgo de pobreza en 2020 la cosa se pone mucho más seria. La zona balcánica, Grecia, y el sur de Italia y España se empobrecen significativamente.

A nivel de salud estos datos son muy reveladores, es bastante sencillo pronosticar dónde empeorarán más los indicadores de salud y aumentará la morbilidad y la mortalidad. La pobreza y la vejez son caballos apocalípticos que no se andan con chiquitas cuando viajan juntos. La mala noticia es que el nivel de complejidad que enfrentamos es mucho más potente en un escenario de globalización, con un modelo político económico insostenible y un nivel de tecnificación progresiva que destruye empleo.

La gran inversión en robotización que se está produciendo acelerará el punto de ruptura social al aumentar por un lado la asimetría social y precarizar cada vez más a la mayoría de la población. En este nuevo escenario ¿tener más ciudadanos será una ventaja o una desventaja?

 Lo que me sorprende es que estos temas no gocen de más interés y no se aliente la reflexión sobre los mismos. El mundo sanitario lleva décadas hablando del problema de los pacientes crónicos que es sólo un fleco del pastel. La complejidad que se nos viene encima será mucho mayor de lo que nuestros aviesos analistas han previsto.

El reto está servido y me parece importante empezar a reflexionar y buscar propuestas creativas.






De propina les propongo otro gráfico con una previsión de la población muncial en 2050 en el que destaca un aumento significativo de la población africana que afectará sin duda a la recesiva Europa.




martes, 1 de septiembre de 2015

La soledad sonora y el zapping mental




"la noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora."



Juan de la Cruz. Cántico espiritual.





Hace unos días me di el capricho de asistir al festival de teatro clásico de Mérida. Estar sentado junto a cuatro mil personas en un edificio de más de dos mil años es una sensación extraña. Cuando se apagaron las luces para dar comienzo al espectáculo pude ver claramente como aproximadamente un tercio de los asistentes tenía sus caras iluminadas por sus teléfonos móviles que consultaban animadamente mientras esperaban. La sensación fue chocante. Es verdad que todos llevábamos un móvil, pero que tanta gente lo estuviera usando aprovechando una breve espera me dio la pauta del grado de dependencia que tenemos frente a este adminículo que se ha constituido en una prolongación de lo que creemos ser. Nos pasamos muchas horas del día en modo zapping mental. Ya lo llevamos haciendo años con la televisión pero ahora es peor dado que esa televisión ha encogido y la llevamos en el bolsillo. Construimos andamios audiovisuales con los que sostenemos el árido panorama de nuestras vidas, tratando así de suavizar los sinsabores y engañar la sed. El problema es que este sucedáneo no deja de ser un frágil parche que no es capaz de contener el oleaje de nuestros deseos. Seguimos con un hambre voraz de todo aquello que un ser humano necesita: contacto, reconocimiento, belleza, seguridad, tranquilidad de ánimo... No somos conscientes del enorme precio que pagamos con este zapping vital que destruye algo tan frágil como imprescindible para alcanzar eso que algunos llaman felicidad: el silencio. Los poetas y los místicos ya nos lo cantaron, para encontrar el éxtasis hay que salir a la intemperie, a ese lugar pavoroso y misterioso que constituye el silencio interior. Únicamente quien sabe adentrarse en la soledad sonora encontrará la inspiración, el sentido ó al dios desconocido. Para crear hay que salir del modo zapping mental y entrar en esas aguas silenciosas que nos permiten reencontrarnos con nosotros mismos y desde ahí contactar con todo lo demás. Cuando no lo conseguimos terminamos sufriendo y enfermando. Algún fusible suele saltar para avisarnos del desastre de abandonarnos a nosotros mismos. La temporada estival ofrece muchas oportunidades para el ruido pero también para el silencio. Descansar del modo de conexión mental permanente, de las pantallas, de los aparatos que nos rodean es una sugerencia atrevida a la par que contracultural. Basta mirar el mar, el cielo estrellado ó regalarse un paseo... la paz está más cerca de lo que pensamos.

lunes, 31 de agosto de 2015

Relatos de verano: Nadie lo vio venir.


Nadie lo vio venir. Es cierto que alguno economistas pesimistas labraron su prestigio a base de ver densos nubarrones en el horizonte pero ni siquiera ellos pudieron preveerlo. El hundimiento fue una cuestión de valores, no podría ser de otro modo. Colapsaron como una fila de fichas de dominó instituciones, agrupaciones industriales, coorporaciones, ayuntamientos, familias e individuos que no superieron adaptarse a la hibridación con las máquinas. Los países más avanzados se quedaron sin demografía mientras la presión de oleadas que huían de la miseria se hizo insostenible. Hubo que recurrir a medidas de expcepción para diezmar el sobrenadante por un lado y para permitir que los ciudadanos con derechos pasaran a obtener una nueva carta de ciudadanía que fuera más allá de la especie. La interface cerebro máquina de Aguirre-Newman y el desarrollo de los hiperpaneles solares de grafeno marcaron el inicio de la verdadera era de Acuario que se llevaría por delante todo lo conocido hasta el momento. 

domingo, 30 de agosto de 2015

Relatos de verano: El final del dia


Tal vez la última hora del dia tenga un cariz redentor mayor incluso que la primera que suele ser la que tiene la fama. Es al final de la jornada cuando los pájaros celebran antes de la llegada de la noche, cuando los bosques se arropan y preparan para la llegada de la luna. Aprendemos a  sentir el paso de las horas gracias a las distintas tonalidades y calidades de la luz. Con la urbanización y las modernas circunstancias hemos perdido parcialmente el arte de acariciar la luz, ó más exáctamente de ser acariciados por ella. Si contemplamos cualquier ser vivo veremos con facilidad cómo se deja acariciar. Incluso las montañas inertes reaccionan abriendo y cerrando sus calcáreas vestimentas. Antes de desaparecer esta noche en un sueño en el que dejaré de ser yo, me alegro con la algaravía que se concentra en uno de los árboles del jardín, ellos también lo saben, hoy moriremos todos. La virtud estriba en no dotarlo de demasiado dramatismo tan solo de presente. Ha habido muchos días, vendrán más y la magia de este ocaso surge de que nos permite hablar en la distancia, yo desde esta hoja, tú desde tus ojos. 

sábado, 29 de agosto de 2015

Relatos de verano: La última reflexión.


Los mejores placeres que conozco son sencillos. Caminar despacio por un bosque, contemplar la vista desde un alto, mirar las estrellas. Reconozco que a lo largo de mi vida me he olvidado de la fresca alegría que producen. No sabría decir con precisión por qué. Podría aducir la prisa, el agobio ó la incosciencia aunque seguramente la lista completa terminaría aburriéndonos. A punto de terminar mi vida reflexiono sobre todas las ocasiones que perdí. Sin acritud pero con rigor. Necesito comprender y para eso es fundamental recordar. En este momento escucho la voz de un piano y tengo un basto territorio virgen al otro lado de la ventana. Creo que la existencia ha sido muy generosa conmigo. Siento que ha llegado el momento de hacer una última ablución y una postrera rendición de cuentas ante mí mismo, el juez más severo que conozco. Empiezo la misma llamando a los testigos de la memoria y ellos vienen con sus testimonios precisos. Unos recuerdos traen su pulgar subido, otros apuntan hacia el suelo condenando. La verdad es que he desperdiciado muchas ocasiones, todas esas cicatrices me acompañan. Lo peor sin embargo no es lo que no hicimos sino lo que no nos permitimos sentir relegándolo a produndas santinas interiores. Queda poca luz fuera, tengo toda la noche por delante. Ahora más descargado sé que estoy preparado para marchar. Cuando lean esta carta sirvanse contactar con mi albacea y con mis abogados. Espero que la retirada del cuerpo no sea un gran inconveniente. 

viernes, 28 de agosto de 2015

Relatos de verano: Amar es desaparecer.

Amar es desaparecer. Las pocas veces que lo he conseguido algo se apagó en mí. Durante un instante todo queda en suspenso y lo que creo que soy se vuelve casi transparente. Las razones se van, quedan solo las certezas de los cinco sentidos y el esplendor del cuerpo que baila con nosotros alrededor de una columna infinita de fuego. Al convertirme en viento mi levedad no puede ser mayor, quizá por eso no es posible desvelar el misterio al no tener la suficiente corporalidad para traspasar el dintel de semejante santuario. Las palabras no aportarán más luz que mi deseo de saber lo que allí hay, sé que es bastante poco. No nos detendremos por esta limitación; seguiremos amando, intentaremos hacerlo una y mil veces, girando extasiados esa música perfectamente transparente que mueve las esferas y que sin esfuerzo nos reune en un lugar donde todos somos pura dulzura. 

jueves, 27 de agosto de 2015

Relatos de verano: La neuróloga prosaica.

Siempre quiso ser escritora. Se sabía con talento suficiente aunque nunca reunió valor para enseñar a otros sus escritos. Decidió publicar un blog dónde de vez en cuando dejaba entrever sus capacidades narrativas. Aquella experiencia la desilusionó. Al principio cosechó buenas críticas y comentarios de sus lectores pero con el tiempo se cansó del experimento y cada vez escribía menos. Su vida era complicada tanto en lo que se refería a la convivencia consigo misma como en la terrible búsqueda de afecto que la obligaba a atravesar desiertos infinitos. Recurría a sus cuadernos para desahogarse en la escritura, trataba de mejorar su trabajo, al que dedicaba más tiempo del prudente, estudiaba hasta altas horas de la noche... nada era suficiente. La habían educado en el perfeccionismo y su carácter era el peor carcelero posible. A menudo miraba con profunda envidia a aquellas compañeras con personalidades efímeras ó claramente disolutas. Pese a su levedad eran capaces de reírse a carcajadas y estaba segura de que gozaban plenamente los lances amorosos que les regalaba la vida. Su rigidez no se lo ponía nada fácil pese a que su belleza serena y su forma de ser ordenada y cabal eran muy atractivas para los que la conocían. Nunca había escrito una poesía. Todavía no era el momento, todavía no.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Relatos de verano: La debilidad humana.


Había logrado fraguarse una verdadera reputación. Su personalidad paciente y metódica junto con su caracter amable y bonachón hacián de él un recurso infalible. La alta sociedad hispalense empezó poco a poco a frecuentarlo como siempre ocurren estas cosas, gracias al boca a boca. En pocos años tenía como pacientes a las neuróticas más egregias de la ciudad. Esto por un lado le proporcionaba pingües beneficios y por otro mantener el renombre. Como ya le ocurrierra al maestro Freud cada vez era más difícil contenerse ante mujeres tan deseables y vulnerables que abrían ante él sus intimidades psicológicas. Al principio fueron trémulas tentativas de acceder a otras partes de su privacidad, que cada vez acababan siendo más anatómicas. Alguna caricia, alguna confianza... luego fue más común ir pasando a mayores. Hasta que cometió el error de cruzar la línea roja e introducirse diréctamente en la neurosis de varias clientes que terminaron contándolo todo. Su carrera terminó al aparecer su foto en los diarios, los chicos de la prensa no suelen ser precisamente comprensivos con la debilidad humana. 

martes, 25 de agosto de 2015

Relatos de verano: Los vómitos vedados.


Nunca fue capaz de devolver con dignidad. Tal vez el ataque de pánico que debió sufrir con sus primeros vómitos infantiles se le quedara grabado en algún circuito primigenio. Nunca lo sabremos. Lo cierto es que sus problemas disgestivos los solventaba sin apelar a este primitivo mecanismo liberador que suele ahorrar disgustos y molestias. Es verdad que nunca acudió a ninguna consulta a quejarse, aprendió pronto que estas cuestiones personales se solucionaban en la intimidad sin ser necesario importunar a nadie. Fue su nonagenario abuelo materno quien se lo enseñó haciendo un uso del sistema sanitario tan exíguo que mereció sin duda algún tipo de prima compensatoria. No se quejó ni para morirse, cosa que hizo tranquilamente en una mecedora. Desgraciadamente no saber devolver tiene problemas en un tiempo de dietas ponzoñosas como el que vivimos. Hay que ser muy sagaz para buscar mecanismos de compensación que nos libren de consumir venenos por una parte y ser capaz de eliminarlos bien por otra. Miraba con envidia a los que le contaban que de forma sencilla se provocaban el reflejo. Nunca lo consiguió. En cualquier caso se afanó para llevar una vida sencilla que no requiriera apelar a la nausea como forma de queja. Puedo decir que le fue bien, casi como a su abuelo. 

lunes, 24 de agosto de 2015

Relatos de verano: la anestesista.

Era una mujer práctica además de muy inteligente. Su expediente académico era impecable. Lo tuvo claro a la hora de elegir una especialidad, no quería complicaciones. Sus objetivos vitales estaban a la vista de todos, recuperar el tiempo perdido en la larga carrera, encontrar un partido decente y sentar la cabeza con tranquilidad trayendo al mundo un par de retoños, ni más ni menos. Llevó a cabo su plan con precisión suiza terminando a la par su especialización en anestesia  y la sonada boda con la que le obsequiaron sus orgullosos padres. La larga lista de sobresalientes obtenidos no aumentó un ápice su interés por los pacientes, los prefería dormidos, daban muchos menos problemas. Además su trabajo era cómodo y permitía leer ó navegar tranquílamente por internet, no pedía mucho más. Terminaron comprando un cómodo piso en una urbanización de lujo en Barcelona, dando una costosa educación a sus hijos y alternando con la alta sociedad como siempre habían hecho en su casa. Se consideraba una mujer realizada, razonablemente feliz y seguidora fiel de Julio Iglesias, ¿qué más podía pedirle a la vida?.

domingo, 23 de agosto de 2015

Relatos de verano: Michel Houellebecq


Michel Houellebecq es uno de los mejores escritores franceses. Tiene algo de maldito como aquellos poetas decimonónicos. Aúna inteligencia, oficio de escritor y una pesada carga de sufrimiento humano que le permite modelar personajes torturados y deshumanizados que de alguna manera son exorcismos de sí mismo. Es fácil conjeturar que la escritura debe ser una de las pocas cosas que le salvan de perecer ahogado al introducir un poco de aire limpio en los pulmones cada vez que consigue regalarnos una obra conclusa. Debo reconocer que disfruto con su saber hacer que se atreve a reflejar sombras tanto sociales como individuales con una enorme precisión que otros no tienen. Para ser escritor de oscuridades hay que bajar muy abajo en las bodegas. Eso tiene sus riesgos, ha de conseguir uno un guía confiable, imaginen lo que le hubiera pasado a Dante sin su Virgilio. Mientras nuestro autor parezca mantenerlo seguiremos disfrutando de propuestas arriesgadas para toda imaginación. Esto merece un brindis. 

viernes, 21 de agosto de 2015

Relatos de verano: El Olimpo personal


No nos es posible imaginar la cantidad de tiempo que lleva el ser humano poblando estas praderas. Durante su mayor parte consiguió zafarse de su profunda sombra con música y con baile. El cerebro humano se fue complejizando y lo mismo pasó con todo lo demás. El manejo sencillo que hacen otras especies con sus sentimientos también sufrió un cambio radical por la posibilidad de la mente de rebobinar y producir bucles. De estos últimos surgieron los dioses y demonios que los humanos empezaron a sentir dentro de sí mismos y en consecuencia en todo lo que les rodeaba. Fueron necesarias infinitas horas de tambor, de cantos recurrentes, de danzas circulares para aliviar esta pesada carga. Lo que nos ha costado siempre más a todos los humanos es poner cierto orden en nuestro Olimpo personal, en ese mundo onírico y emocional que algunos llaman psique. Hoy la música ha pasado a utilizarse como ruído de fondo y el baile como expansión aeróbica y festiva. Recurrimos a fármacos potentes y a psicoterapéutas para atajar las veleidades de la psicología. Algo me dice que como sociedad no nos es suficiente a tenor de los derroteros que vamos eligiendo. Todos los paradigmas tienen sus partes ciegas y la ciencia también. Por eso me gusta tanto recordar a Diógenes en estos tiempos de soberbia. Para saber lo que vale la caricia del sol en ocasiones hay que cambiar la perspectiva. 

jueves, 20 de agosto de 2015

Relatos de verano: Las fiestas de pueblo.

El mundo rural se resume a la perfección en las fiestas de pueblo. Una orquesta, a menudo superior a las posibilidades del municipio, ameniza una velada junto a una barra que no para de despachar bebidas y una multitud que trata de hablar con esfuerzo bajo el fuego cruzado de altavoces sobredimensionados mientras mira con atención a su alrededor. Unos pocos disfrutan de la música en la pista, predominan en este bando niñas y mujeres que bailan juntas, hay alguna pareja pero pocas. Algunos siguen el ritmo con algún movimiento corporal poco perceptible, la mayoría mantienen la bipedestación con una copa ó un cigarro como fiel aliado. Si algún antropólogo midiera estas interacciones nos sorprendería lo estático de este universo. Probáblemente no fuera siempre así. Estos acontecimientos siguen cumpliendo su función de ver y dejarse ver lo que es una ayuda para los que buscan pareja, algún contacto ocasional ó tan solo quieren algo de diversión que rompa de algún modo la monotonía habitual. Sirven de tablón de anuncios donde cada cual sin excepción cuenta cómo le va. Podemos observar desde las parejas bien avenidas hasta las malencaradas, aquellos que están disponibles y también los interesantes forasteros, las fuerzas vivas ó los indeseables que no suelen perderse estos eventos. Un universo humano que despliega su complejidad mientras toma una copa y suena la pachanga en la mágica noche de verano. 

miércoles, 19 de agosto de 2015

Relatos de verano: El mundo mítico.


El ser humano se ha caracterizado por la conquista de nuevos territorios. Su curiosidad, avidez y otros muchos factores le han llevado siempre un poco más lejos. En ese proceso ha chocado irremisiblemente con los intereses de los demás dando lugar a todo tipo de conflictos. Ha habido sin embargo una búsqueda mucho más compleja y apasionante por la que no se han tenido que enarbolar banderas de combate. A dicho territorio mandó a los mejores, a los más valientes, seres con clara vocación de servicio a la comunidad que arriesgaron su vida y su cordura en dicha empresa. En el principio de los tiempos fueron los chamanes de cada clan los que se aventuraban por esos páramos inexplorados. Recorrían aterrados una realidad pavorosa para la cual no tenían ni armas ni palabras lo que les obligó a construir un lenguaje mítico en el que dioses, espíritus y demonios reinaban en una tierra que podía ser cielo ó infierno y cuyas leyes, referencias y circunstancias eran completamente diferentes a lo ya conocido. Más adelante el mundo cambió y se contruyeron grandes ciudades e imperios, aquellos chamanes fueron sustituidos por castas sacerdotales que siguieron mandando místicos a explorar estas ínsulas. Hoy todo es diferente, la religión ha sido sustituida por la ciencia y esta es del todo inoperante en la tierra que hablamos, no puede medir ni calibrar el mundo mítico por lo que lo desdeña en su impotencia. Lo malo es que los sueños y los movimientos profundos del alma del hombre y la mujer siguen urdiéndose precisamente allí y sin mapas ni guías la tecnológica humanidad está perdida entre la bruma. Tal vez no sea a Marte dónde deberíamos situar nuestro próximo objetivo de exploración, tal vez sea razonable recordar que conocer algo más nuestras profundidades siempre ha sido sensanto. 

martes, 18 de agosto de 2015

Relatos de verano: El mujeriego.

Pocos especialistas de su rama que conociese habían publicado en el New England, pocos habían tenido un inicio de carrera más prometedor, pocos tenían la fama de mujeriego baboso que el tenía. No había sido siempre así. Su educación moral fue rigurosa: familia ultraconservadora, colegio de jesuitas, director espirtual, novenas... Desde niño le costó relacionarse con las chicas, al llegar la adolescencia fue el desastre, que se prolongaría toda su vida adulta. Consiguió mantener tres relaciones largas de noviazjo formal en las que nunca pasó de besar a sus novias en la mejilla. Cuando la tercera se cansó y le dejó algo delicado se rompió en él. Empezó a hostigar a todas las chicas que se ponían a tiro, fundamentalmente enfermeras y residentes. Las camelaba burdamente, las prometía cosas, trababa de robarlas un beso ó tocarles el culo. Tuvo algún éxito exíguo en alguna jornada jalonada de alcohol pero al precio de ver como su reputación se hundía como un gran pecio en las profundidades. Cuando algún conocido preguntaba por él era habitual ver como un velo de zozobra hacía temblar levemetne el rostro de su interlocutor durante el instante que éste requería para decidir si contar o no esta historia. Al final terminaban contándola para aliviar el nudo en la garganta produciendo siempre la misma reacción en el que preguntaba: Vaya, ya lo siento.

lunes, 17 de agosto de 2015

Relatos de verano: Catarros infantiles.


Los catarros y gripes suelen tener una pátina de melancolía. Recuerdo algunos en mi infancia que me dejaban una semana postrado en una cama liberándome de la obligación de acudir al colegio. Eran días mágicos que pasaba entre sábanas imaginando mundos mientras miraba el cielo por alguna ventana. Siempre se me han dado bien estas convalecencias. Agradecía disponer de enormes horas aparetemente largas y vacías en las que iba encontrando formas, intuiciones e imágenes de todos los tamaños. Aprendí pronto a transformar el aburrimiento en un ejercicio máximo de creatividad en el que construir todo tipo de historias. Estas habilidades no nos las pueden enseñar, cada cual las descubre en los derroteros de su propia biografía. Por eso tengo tan buen recuerdo de aquellos resfriados infantiles que por un lado atronaban el cuerpo y por otro permítian que la mente volase. No fueron necesarios muchos médicos ni medicinas, afortunadamente. Tan solo proporcionarme el suficiente espacio como para que hoy les pueda estar contando precisamente esto. 

domingo, 16 de agosto de 2015

Relato de verano: No es mi función



Empezó aquella interinidad con muchas ganas tras una larga temporada haciendo guardias y refuerzos en ambulatorios desperdigados con horarios infames. Sin embargo el reto era mayúsculo, tenía que pasar consulta en dos pueblos y atender cuatro residencias de ancianos, una con más de un centenar de internos. Acababa agotada. La carga burocrática era abrumadora y  como tres residencias no tenían médico todos los días tocaban múltiples avisos. Jamás había trabajado tanto. La enfermera del cupo sin embargo ocupaba parte de la tarde pintándose las uñas y hablando por teléfono. Un día la doctora la pidió ayuda, "no es mi función" fue la respuesta. Aquellas palabras terminarían produciendo el desastre, como ha ocurrido siempre desde que  Caín las pronunció por primera vez.

sábado, 15 de agosto de 2015

Relatos de verano: El nuevo enfermero

Sabían que venía de hospital y le quedaba poco para jubilarse. Compartiría dos cupos del centro de salud, los respectivos titulares se esperaban lo peor acostumbrados a recibir profesionales con pocas ganas de trabajar ó muy castigadas e incapaces de adaptarse a un ambiente laboral totalmente distinto. Se equivocaron. Aquel viejo marino estaba acostumbrado a navegar con marejada. No le asustaba trabajar y tenía una virtud infrecuente entre sus compañeras, tenía iniciativa. Cuando atendía a una persona mayor, además de apuntar las constantes solicitaba la analítica anual si era necesaria y le iba haciendo el electro para facilitar las cosas. Si llegaba un paciente grave era el primero en poner una vía y preparar la medicación antes de que se la pidiesen. No le costaba nada hacer las cosas más fáciles, ser siempre correcto y no poner jamás una mala cara. Una tarde los titulares coincidieron en administración mientras cogían talonarios de recetas, "¡qué suerte hemos tenido con el nuevo!", "¡ya lo creo, mejor que la lotería!".